El lunes de la semana pasada se presentó en el tercer piso de la Fiscalía el acusado del doble homicidio de la zona rural de El Socorro.
Gabriel “El Sátiro” Sánchez ratificó, ante la fiscal Patricia Fernández, un escrito que había presentado anteriormente su abogado defensor; Néstor Líber Álvarez.
La estrategia es instalar la teoría que el dueño del campo se defendió de una supuesta agresión de los dos visitantes.
La versión es poco verosímil y no coincide con la hipótesis de la Fiscalía.
La causa se encuentra en la división “Casos Especiales” de la Procuración bonaerense.
Esa unidad de investigación está concluyendo las pericias de secuencias fácticas.
A partir de esa reconstrucción pericial determinarán como sucedieron los episodios.
La reconstrucción del hecho se desarrolló en un sistema informático en base a las pericias realizadas por la Policía Científica en la escena del crimen.
En tiempo real ha logrado reconstruir como arribaron Plencovich y Ferrari. El momento en que Sánchez disparó hacia ambos y la concatenación de sucesos posteriores.
Gabriel “El Sátiro” Sánchez es el principal imputado.
El móvil del doble homicidio sería el no reconocimiento de una deuda por parte del acusado sobre un negocio de venta de un camión.
Alrededor de las tres y media de la tarde se produjo la balacera que terminó con las vidas del joven Agustín Plencovich (25) y Luis Ferrari (45).
La hipótesis inicial de la Fiscalía 6 es que a Sánchez le reclamaban la firma de un pagaré por una deuda generada por la adquisición de un camión Volvo. Sánchez tendría ese vehículo y le faltaría la documentación por una deuda que tendría con Ferrari y Plencovich. La discusión estaría dada por el monto de la transacción y las discusiones, previas al doble crimen, serían cuantitativas.
La instrucción judicial apela a encontrar en el contenido de los mensajes las explicaciones al conflicto previo entre las víctimas y el victimario y si venía de hace mucho tiempo atrás. Las sospechas están centradas en un conflicto de larga data sin resolver y presumen que no sería la primera vez que Plencovich y Ferrari habrían visitado a Sánchez por el mismo motivo.
En el expediente están incorporadas las documentaciones secuestradas en el interior del habitáculo que servirían como elementos de prueba para sostener la imputación contra el detenido. Habría documentos, tipo “pagarés”, y en uno de esos estaría involucrado el imputado; de acuerdo a trascendidos. Esa documentación se está escaneando y analizando como pruebas que podrían llegar a reforzar la hipótesis inicial de la deuda económica entre el principal punto de conflicto que provocó el fatal desenlace.
El expediente ya se encuentra bastante voluminoso con las incorporaciones de declaraciones de testigos, informes preliminares de los elementos secuestrados, croquis del lugar del doble crimen, resultados iniciales de la operación de autopsia y otras pruebas.
Premeditación y alevosía
Para la Fiscalía 6, el productor agropecuario Gabriel Sánchez habría actuado con premeditación y alevosía porque tendría las armas listas y conociendo que podrían visitarlo para exigirle que concretara un negocio a través de un compromiso de pago de la deuda por la documentación de un camión recientemente adquirido.
Si bien en un primer momento el caso podría contemplar alguna de esas figuras legales, no tienen ningún tipo de asidero en los episodios subsiguientes de toda la escena criminal.
La defensa intentará introducir una de esas figuras en lo ocurrido inicialmente donde supuestamente Luis Ferrari habría empuñado un cuchillo amenazando con lastimar a sus familiares. En ese primer momento disparó contra el joven Agustín Plencovich y contra Luis Ferrari. Las lesiones en el muchacho fueron fatales porque tuvo una sobrevida de unos segundos en los que intentó abordar la pick up Renault Alaskan y huir. Falleció luego de intentar hacer marcha atrás.
Ferrari corrió hacia un lote de soja para cruzar el campo y salir al exterior de la propiedad para evitar ser asesinado por el propietario. El productor agropecuario montó un caballo y empuñó una escopeta calibre 16 (otra arma distinta a la que había disparado anteriormente) para ir a buscar a la segunda víctima. Lo llevó a Ferrari hasta al lado de la camioneta y lo ultimó de un disparo en el rostro a sangre fría.
Luego alteró la escena del crimen colocando el cuerpo sin vida del joven Plencovich en el asiento trasero de la pick up doble cabina y al cadáver de Ferrari lo ubicó en el asiento del acompañante.
Los investigadores especulan con la hipótesis que habría intentado trasladar el vehículo con las dos personas fallecidas a un lugar alejado del campo con intenciones de dejar impune el doble crimen. No pudo hacer esa maniobra y llamó a la Policía para someterse al accionar de la Justicia por los asesinatos cometidos.
El desenlace por el cual Ferrari termina asesinado es el elemento de cargo sobre el que la Fiscalía edificará la acusación del agravante de la alevosía que a Sánchez lo podrían condenar a prisión perpetua.
La causa pasa al Juzgado de Garantías N° 1 donde el juez César Solazzi debe determinar si convierte la aprehensión en detención, tal como lo solicita la Fiscalía y debe avalar todo el procedimiento de urgencia realizado el lunes a la tarde en el campo donde se dio la escena del doble homicidio.
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