Miercoles 27 de Agosto de 2025

Por Walter Baccarini

Que opina uno de los fundadores del Pro de la representación de ese espacio en estás elecciones?

En medio de esta campaña electoral y a pocos días de las elecciones me encuentro sorprendido con una disputa interna casi sin sentido en un espacio político que ayudé a formar cuando solo éramos unos pocos los que creíamos que el Pro sería un partido con alcance nacional, capaz de generar dirigentes que puedan conducir los destinos no solo de CABA, sino también de la provincia y del país, como terminó sucediendo y no por azar, sino por trabajo, formación y militancia. Convenciendo a los vecinos con propuestas y mostrando una alternativa al Kirchnerismo cuando aún era el espacio más competitivo del país.

 

Confieso haber tomado con simpatía que un joven político como Cristian Roma entre a las filas de la alianza LLA porque lo conozco y se de sus buenas intenciones y capacidad de gestión, un dirigente proveniente de un partido vecinalista llamado “Dialogo Pergaminense “ .

Lo que no deja de llamar mi atención es que con total liviandad se atribuya ser representante de un partido como el Pro, más en nuestra ciudad, que desde el año 2015 es gobernada de manera exitosa por Javier Martínez, quien ganó todas las elecciones en las que se presentó como referente del Pro en nuestra ciudad.

Los que siguen de cerca la política sabrán de más de una diferencia mía con respecto a la gestión de Javier en estos años que me tocó ser concejal, pero me parece un total atrevimiento poner en duda la identidad que ha tenido y la manera en que ha representado al Pro a lo largo de estos 10 años de gestión, más allá de su decisión de formar parte en estas elecciones de un espacio nuevo como Hechos.

Lo dije al despedirme del HCD y lo sostengo. Más allá de algunas diferencias de gestión, me siento orgulloso del espacio en que nací en política, de lo hecho en 10 años y de que los vecinos de nuestra ciudad hayan respaldado la gestión de Javier Martínez , en quién confiamos en 2015 para conducir el espacio y la ciudad.

La representación de un espacio político no se proclama, se gana y si algún dirigente cree que es el representante de un espacio político debe validarlo con el apoyo de los afiliados y no a los gritos o autoproclamandose.