Miercoles 03 de Septiembre de 2025

Editorial

La última Semana antes de Elegir Nuestro Futuro

Estamos en la cuenta regresiva para las elecciones de concejales y diputados provinciales en la provincia de Buenos Aires. La tensión en el ambiente crece, especialmente en algunas ciudades donde la campaña empieza a intensificarse visiblemente. Javier Milei, respaldado por sus candidatos a legisladores nacionales, se ha lanzado al ruedo, sumando su voz a la contienda electoral.

Sin embargo, la carrera no ha estado exenta de incidentes. En ciertos lugares, las tensiones entre sus seguidores y los opositores han llevado a corridas y confrontaciones físicas, un claro indicativo de un clima de polarización creciente. A esto se añade el telón de fondo de los problemas económicos que, lejos de mejorar, parecen complicarse; un asunto delicado para cualquier gobierno, más aún para Milei, quien basa gran parte de su atractivo político en la promesa de una economía próspera.

En Pergamino, los partidos involucrados han echado mano de todas las estrategias posibles para captar votos, y en esta última semana, han emergido tácticas más agresivas y cuestionables. La clásica baja de carteles y acusaciones cruzadas entre candidatos son más frecuentes, lo que sugiere que la ética de la campaña está en entredicho.

Mientras tanto, el ciudadano común se siente atraído más por las anécdotas jocosas y los escándalos de la campaña que por el debate serio sobre su futuro. Muchos aún no han tomado una decisión sobre su voto y esperan que esta última semana les ofrezca la claridad necesaria para cumplir con su deber cívico.

La interrogante es cuántos electores se presentarán en las urnas. ¿Cuántos comprenden la trascendencia de estas elecciones, en las que se elige a quienes realmente van a representar sus intereses y a atender sus reclamos? Independientemente de las campañas que nos inunden, lo que está en juego son las propuestas concretas y la capacidad de los elegidos para abordar los problemas de la comunidad.

Una vez más, nos encontramos al borde de una elección donde el destino de nuestra ciudad está en juego. La promesa de ser escuchados y representados, o la decepción de ser nuevamente subordinados a las promesas vacías. En esta ocasión, el futuro está en nuestras manos, aunque a menudo termina dependiendo de la suerte. La pregunta sigue resonando: ¿seremos capaces de elegir conscientemente?