Los Bomberos Voluntarios de Arroyo Dulce celebraron este mes un aniversario muy especial: 45 años de servicio, una historia que nació del esfuerzo comunitario y que hoy sigue marcando identidad en la localidad. Entre los protagonistas de aquel primer grupo que logró completar la carrera se encuentran Pedro Mustapic, Juan Luis Verna, Luis Sueldo, Marcelo Forti y Lucio Zani, junto al recordado Oscar Díaz, todos con más de dos décadas en condición de Reserva pero con un legado que permanece intacto.
El origen del cuartel se remonta a 1978, cuando un grupo de vecinos vio la necesidad de contar con un cuerpo propio para enfrentar emergencias. Ante ese pedido, la central madre de Bomberos Voluntarios de Salto llegó a Arroyo Dulce con una dotación y realizó un simulacro frente al Instituto Comercial Almafuerte. Aquella demostración despertó una vocación colectiva: jóvenes del pueblo comenzaron a reunirse en la confitería Cooperación, donde se formó un grupo de alrededor de 30 aspirantes.
La capacitación fue intensa. Los futuros voluntarios viajaban a Salto para tomar el curso teórico-práctico dictado por Aurelio Urquiza y Carlos Romero, un proceso que duró un año y medio y que muchos lograron completar pese a las exigencias laborales y personales.
Finalmente, el 5 de mayo de 1980, en la misma confitería Cooperación, quedó formalmente constituido el Destacamento Nº 1 de Arroyo Dulce, acompañado por una amplia delegación de Salto y vecinos que dieron el puntapié inicial a una institución que crecería con el tiempo.
El pasado 8 de este mes, los 45 años se celebraron con un cálido encuentro gastronómico, una noche que reunió a familias, ex integrantes y vecinos para agradecer, recordar y volver a abrazar el espíritu solidario que acompaña a los bomberos desde su nacimiento. Una historia que sigue encendiendo orgullo en cada rincón del pueblo.
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