En el corazón del pujante barrio Acevedo, la Parroquia San Roque se yergue no solo como un templo de fe, sino como un símbolo de comunidad, historia y compromiso social. Desde su inauguración, ocurrida el 21 de septiembre de 1907, ha sido testigo y protagonista del crecimiento de este sector de Pergamino, cobijando generaciones de fieles y acompañando su vida espiritual y cotidiana.
Fue gracias a la generosidad de don Tomás A. Acevedo que se logró erigir este templo. En su honor, el barrio lleva su nombre y, en gratitud a su devoción, la parroquia adoptó como patrono a San Roque, protector contra las pestes, cuya festividad se celebra el 16 de agosto. La comunidad lo reconoce como un santo milagroso, al que se encomiendan en los momentos más difíciles.
El impulso inicial fue dado por el entonces párroco de la Iglesia Merced, presbítero José D’Andrea, quien trabajó incansablemente para concretar la construcción. La obra fue dirigida por el arquitecto Pedro Rubino y la consagración fue presidida por el obispo de La Plata, monseñor Terrero.
Desde aquel entonces, la parroquia fue creciendo y adaptándose a las necesidades del barrio. En 1941 se realizó una refacción importante que permitió ampliar sus instalaciones y mejorar su estructura. En 1955, con el regreso del padre José Berdiñas como párroco, se impulsaron nuevas obras, entre ellas la construcción del altar mayor y del nuevo baptisterio.
La vida parroquial fue tomando fuerza no solo desde lo litúrgico, sino también desde lo social y educativo. En 1966, con el espíritu solidario que caracteriza a la comunidad, se creó la Guardería San Roque, que permitió contener a cientos de niños y niñas del barrio. Más adelante se construyeron aulas para catequesis y actividades pastorales, proyectando la creación de una futura escuela.
Los párrocos que pasaron por San Roque dejaron huella en los vecinos. El padre Alberto Martino, monseñor Enrique Homar, el padre Rubén Lisi, entre otros, fortalecieron el sentido de pertenencia, impulsaron el trabajo en equipo y consolidaron a la parroquia como un pilar del barrio.
Hoy, la Parroquia San Roque continúa siendo un lugar de encuentro y fe, acompañando a los vecinos en cada paso de sus vidas. El templo conserva su belleza arquitectónica, con sus imágenes sagradas, vitrales coloridos y un cielo raso pintado que representa la gloria celestial. En su interior se respira un aire de recogimiento y esperanza.
Más que un edificio, San Roque es parte viva del alma del barrio Acevedo. Y cada 16 de agosto, cuando los fieles salen en procesión por las calles, se renueva ese pacto sagrado de fe y gratitud con el santo que, desde hace más de un siglo, los protege y bendice.
Palabra del párroco
En diálogo con EL TIEMPO, el actual párroco, padre Adrián Javier Galligani, compartió su experiencia al frente de la comunidad: “He tenido el honor de servir como párroco en la parroquia San Roque desde el 31 de julio de 2017. Fui trasladado aquí a Pergamino por el obispo Hugo Santiago, y desde entonces, he estado al frente de esta comunidad.”
Galligani valoró profundamente la historia del templo: “La parroquia San Roque tiene una rica historia, siendo la segunda más antigua de la ciudad de Pergamino, después de La Merced. Su relevancia no solo radica en su historia, sino también en la vibrante actividad que ha tenido a lo largo de los años, especialmente gracias a la labor de los padres scalabriñanos y guanellianos. La creación del Hogar Scalabrini, la Escuela Scalabrini y la Escuela de Artes y Oficios, han sido fundamentales para brindar formación tanto cristiana como en diversas ciencias a nuestra comunidad.”
Con un tono reflexivo, añadió: “Al visitar un lugar, siempre me gusta pensar en los rostros de quienes nos precedieron. Hoy vivimos gracias a los sueños y esfuerzos de aquellos que nos han dejado un legado. Cuanto más rica es la historia de una comunidad, mayor es nuestra responsabilidad al representarla.”
“El barrio Acevedo tiene características particulares. Se desarrolló detrás de las vías del ferrocarril, con una fuerte influencia de inmigrantes sirios libaneses, italianos y españoles. En las décadas de 1980 y 1990, también se vio atravesado por el crecimiento de la industria textil”, indicó respecto al entorno social de la Parroquia.
En cuanto a la actualidad parroquial, el padre Galligani comentó que “nuestra vida parroquial gira en torno a la celebración de los sacramentos: eucaristías, bautismos y matrimonios. Estamos iniciando catequesis para adultos que desean recibir sus sacramentos pendientes” y añadió que “Cáritas también juega un papel crucial. Desde nuestra sede en calle Maipú, administramos la generosidad del barrio para ayudar a quienes más lo necesitan.”
Por último, se refirió a las actividades comunitarias: “El movimiento Scout se reúne los sábados y hay un grupo de mujeres que se encuentra periódicamente en la Capilla Virgen Niña. La historia y las características del barrio Acevedo son esenciales para entender el desafío pastoral que enfrentamos y nos inspiran a seguir trabajando por el bienestar de nuestra comunidad”.
Días de misa
Martes, miércoles y viernes, a las 17:00. Sábado a las 18:00 y los domingo a las 10:30, los horarios de misa.
Y los días viernes desde las 9:00 de la mañana hasta las 17:00, hay adoración eucarística.
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