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 Viernes 05 de Diciembre de 2025

Trayectoria con pasión y gratitud

¿Qué es de la vida de Analía Valente?

Con la calidez de quien hizo de la cultura y la comunidad su casa, Analía Valente lleva más de tres décadas dedicadas al universo de las bibliotecas municipales. Desde sus primeros pasos en la Filial 7 del Club Racing —espacio entrañable de su infancia— hasta su actual rol como directora de la Biblioteca Pública Municipal Dr. Joaquín Menéndez, Valente ha tejido una trayectoria marcada por el compromiso, la sensibilidad y la pasión por los libros. Su liderazgo acompañó reformas, mudanzas y la reinserción de la institución en la vida pergaminense, siempre con la convicción de que la biblioteca es un lugar de puertas abiertas, donde se construyen vínculos y se celebra la cultura compartida.

 

¿Cómo fue su infancia / adolescencia y qué recuerdos tiene de esa etapa?

Tuve una infancia muy feliz. Nací y crecí en el barrio Ameghino, justo cruzando la calle del Club Racing, un lugar que siempre formó parte de mi vida. Mi familia estaba formada por mi mamá Cristina —o Gladys, como todos la conocen—, mi papá Oscar y mi hermana Marisa. Hice la primaria en la Escuela Pública N.º 4 Bartolomé Mitre y el secundario en el Comercial.

Si vuelvo a esos años, me encuentro con recuerdos hermosos: la escuela, las y los amigos del barrio y esa época en la que la creatividad fluía sin límites. Recuerdo festejar el cumpleaños de las muñecas con mis amigas y sus “hijas muñecas”, hacerle las tortas de barro, salir a patinar, celebrar el carnaval y escondernos en casa. Podría nombrar mil juegos más. Mi casa siempre fue un lugar muy acogedor y al que a todos les gustaba ir. A pesar de lo serio que parecía mi papá.

Mi familia me transmitió valores firmes y mucho amor. Recuerdo momentos que me ayudaron a desarrollar empatía y a mirar al otro con sensibilidad. Crecí entre los ensayos de música de mi papá y las reuniones de la comisión del Club Racing, donde participaba mi mamá. De esos espacios aprendí el valor de la cultura, de la comunidad y del compromiso.

La adolescencia fue una etapa de crecimiento natural, con aprendizajes y descubrimientos que me prepararon para lo que vendría. Ya en mi juventud conocí a Marcelo Pallero, quien hoy es mi esposo. Tuve una adolescencia tranquila y muy linda. Mientras estudiaba trabajé como celadora en el transporte escolar Cullel, y a los 19 años entré a trabajar en la Municipalidad de Pergamino, en la Biblioteca Filial N.º 7 del Club Racing, justamente en el lugar que había sido tan importante en mi infancia.

¿Cómo está viviendo el presente y qué destaca de él?

Hoy disfruto de una hermosa familia: mi esposo Marcelo y mis hijas Rocío, Agustina y Catalina. Soy abuela de Sarah —hija de Agustina y Francisco Grosso— y de Helena —hija de Rocío y Lucas Parodi—. Estas dos pequeñitas le dieron un nuevo sentido y una dinámica diferente a mi vida.

En lo laboral, llevo 35 años trabajando en la Municipalidad, siempre en el ámbito de las bibliotecas. Empecé en la Filial 7 y hoy soy directora de la Biblioteca Pública Municipal Dr. Joaquín Menéndez, una institución muy querida por los pergaminenses. Hace 19 años que ocupo este cargo. Lo asumí con mucha responsabilidad, pero también con miedo, porque justo estaba terminando la carrera de Bibliotecología. Crecí mucho profesionalmente, acompañada por un grupo de trabajo hermoso. Juntos atravesamos grandes momentos: la reinserción de la Biblioteca en la comunidad, reformas de la vieja casona, la mudanza al nuevo edificio y tantas otras etapas importantes.

Gracias a este espacio conocí a figuras de la literatura y la cultura nacional, como Juan Sasturain, Mempo Giardinelli , Horacio González , Gabriela Exilar entre otros. Trabajar de lo que me gusta y hacerlo con personas que quiero es un verdadero privilegio, incluso cuando no todo sale perfecto.

Me siento muy agradecida de que nuestra Biblioteca sea un lugar de puertas abiertas, donde empleados y usuarios disfrutan por igual.

¿El mejor momento y el peor?

Los mejores momentos de mi vida sin dudas fueron los nacimientos de mis hijas Rocío, Agustina y Catalina; el de mis nietas Sarah y Helena; cuando Rocío se recibió de médica y los logros de cada una de ellas en cada una de sus etapas.

El peor momento lo viví durante la pandemia. Mi papá enfermó de COVID el 20 de diciembre. Pasó las fiestas internado y el 31, a las 00.05, cuando todos se deseaban feliz año nuevo, mi hermana llamó para decirnos que había fallecido. Ese fue un golpe fuerte en mi vida.

¿Cree que cumplió todas sus metas?

Hoy siento que sí. Estoy satisfecha con lo que logré en lo familiar, en lo personal y en lo laboral. No sé si me quedan metas pendientes; simplemente quiero disfrutar lo que construí y seguir creciendo a mi ritmo. Seguramente cuando me jubile puedan aparecer nuevas metas.

¿Cómo se ve en el futuro?

Me imagino un futuro sereno, rodeada de los seres que amo, viendo crecer a mis nietos y acompañando a mis hijas en sus proyectos. Viajando con mi familia y mis amigas. También me veo siempre conectada con la cultura y el trabajo comunitario, porque forman parte de quién soy. Aspiro a seguir viviendo con la misma pasión y gratitud que siento hoy.



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