El 12 de octubre de 1963 no es una fecha más, fue el inicio de 32 meses de progreso, bienestar, crecimiento y desarrollo, fue lo que dejó para el País el gobierno del Radicalismo y de Arturo Illia.
El contexto no fue auspiciosos, los gobiernos anteriores habían adoptado recetas recesivas del FMI, había crecido la inflación, la deuda, aumentó la capacidad ociosa industrial, aumentó la desocupación, disminuyó la capacidad adquisitiva de los salarios, veníamos de dos años de recesión.
Argentina había sufrido el derrocamiento de Frondizi, el enfrentamiento entre militares azules y colorados.
A nivel internacional estaba vigente el conflicto este-oeste, crisis de los misiles en Cuba.
EEUU imponía la doctrina Kennedy-McNamara para alinear a los países de Europa bajo sus políticas económicas, en América Latina impuso la doctrina de Seguridad Nacional y las recetas recesivas de los organismos internacionales de crédito.
No fueron los condicionamientos ni las justificaciones lo que detuvo al Radicalismo o a Illia, la lucha política y la búsqueda de generar condiciones de posibilidad para solucionar los problemas fue el rumbo que definió Radicalismo, y lo que le propuso al pueblo que lo acompañó bajo la consigna, "Paz, Conducta y Seguridad".
El 7 de julio del 63 el Radicalismo ganó las elecciones con el 25% de los votos, se impuso a Alende y a Aramburu, el 30 de julio se reunió el colegio de electores y obtuvo el 57% de los votos.
Al asumir presentó un plan integral de gobierno fundado en la plataforma de la Unión Civica Radical del Pueblo, cuando Juró asumió el compromiso ante todos los Argentinos, los poderes del estado y la Constitución de llevarlo adelante.
Parrafos del discurso de Arturo Umberto Illia al asumir la presidencia:..
"Iniciamos hoy, con el juramento que acabamos de prestar, una nueva etapa en la ya larga lucha por afianzar definitivamente en la Argentina los principios de la democracia y de la libertad.
La Constitución Argentina es, sin duda alguna, una de las más libérrimas, humanistas y generosas de la tierra. [...]
Pero la democracia que la Constitución ha escogido como forma de vida nacional y que resulta maravillosamente enunciada en su Preámbulo y en la Declaración de Derechos, Libertades y Garantías, está muy lejos de haberla realizado a satisfacción.
[...] La democracia argentina necesita perfeccionamiento; pero que quede bien establecido: perfeccionamiento no es sustitución totalitaria.
Lo que nuestra democracia necesita es ser auténtica expresión de su verdadera esencia.
Este propósito de perfeccionamiento de nuestra democracia, como forma de vida, no podrá lograrse a no ser que estemos resueltos a aceptar modificaciones sustanciales en las actuales estructuras económico – sociales de nuestro país, que devuelvan al pueblo argentino la fe en sus instituciones y gobernantes, y lo alienten para hacer todos los esfuerzos y soportar todos los sacrificios necesarios, para afianzar el orden jurídico y materializar el progreso en todos los órdenes de la vida nacional.
Es urgente proceder a modificar y reestructurar un estado de cosas, que por injustas son inhumanas, e instaurar un orden social basado en la justicia.
[...] El concepto social de la democracia no es nuevo, ni es sólo nuestro, se nutre en la filosofía social contemporánea. Este concepto de la democracia, justo es reconocerlo, es también compartido por la mayoría de los partidos políticos argentinos.
[...] Esta es la hora de la reparación nacional a la que todos tenemos algo que aportar. Esta es la hora de la gran revolución democrática, la única que el pueblo quiere y espera; pacífica sí, pero profunda, ética y vivificante, que al restaurar las fuerzas morales de la nacionalidad, nos permita afrontar un destino promisorio con fe y esperanza.
Esta es la hora de las grandes responsabilidades. La transformación nacional que nuestro concepto de democracia, así como las necesidades del desarrollo y el propio índice de crecimiento demográfico nos imponen inexcusablemente a los argentinos, no podrá ser afrontada sólo por una
parcialidad política, sino que demanda el esfuerzo conjunto y la
responsabilidad de toda la Nación.
Esta es la hora de los grandes renunciamientos en aras del bienestar de la comunidad; quien así no lo entienda está lesionando al país y se está frustrando a sí mismo.
Nunca, en las últimas décadas, la Argentina ofreció un panorama con mayores vivencias democráticas que éste que queda hoy perfilado en todo el país. Nunca el Congreso Nacional tuvo mayor representatividad a través de sus diversos matices de opinión. Nunca hubo tantos gobiernos provinciales con expresiones diferentes en cuanto a su origen partidario. Ni nunca fue mayor la diversidad de fuerzas que hoy se instalan en cientos de comunas que han de constituir tonificante manifestación de auténtica democracia.
Todas las fuerzas políticas participan desde hoy, en mayor o menor medida, según haya sido su circunstancia electoral, en el gobierno de la cosa pública. Este hecho, de suyo significativo, compromete la responsabilidad del conjunto.
En este proceso de recuperación y transformación social argentina, el Poder Ejecutivo cumplirá su parte".
Los logros de la gestión fueron en todos los rubros, Política Internacional con la Resolución 2065 de Naciones Unidas para tratar con Gran Bretaña la Soberanía de las Islas Malvinas, la no participación en la invasión a Santo Domingo por EEUU, las relaciones económicas con todos los países, independientemente del signo político.
Crecimiento del PBI 10 y 9%.año 64 y 65, favorecio el desarrollo infustrial y agropecuario, ley de salario mínimo vital y móvil con aumento de la participación del salario en la distribución de la riqueza del 36 al 41%, la inflación fue del 22 y 28% año 64 y 65% y 6,2% los primeros 6 meses del año 66, la desocupación paso del 8,8 al 5,2%, politica energetica autonoma, con la anulación de los contratos petroleros otorgó a YPF la exploración, almacenamiento refinamiento y comercialización del petroleo, fomentó la educación la ciencia y la investigación, plan de Alfabetización, 23% de presupuesto en educación, apoyo a la salud pública con las leyes de medicamentos para regular el precio y contenido de los mismos bajo el concepto de bién social, con la ley de abastecimiento favorecía al productor al consumidor y combatía la intermediación, redujo la deuda externa, todo esto bajo las políticas del Plan Nacional de Desarrollo que le permitió a Argentina salir de las recetas resesivas del FMI.
Respeto la Constitución, la ley, a todas las fuerzas politicas y sociales, gobernó sin represión, logró mejorar y elevar la calidad de vida de todos los Argentinos.
Fundación Arturo Illia para la Democracia y la Paz, 12 de octubre de 2025.
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